Yo soy el que te espera...
Tu coche tiene un sonido especial y puedo reconocerlo entre mil.
Tus pasos tienen un timbre mágico, son música para mí.
Tu voz es el mayor signo de mi tiempo feliz y, a veces, no es necesario mencionar: oigo tu tristeza.
Si veo tu alegría, me hace feliz!
No sé lo que es olor bueno o malo, solo sé que tu aroma es el mejor.
De algunas presencias a veces me gusta. Otras, no tanto.
Pero tu presencia es lo que mueve mis sentidos.
Tu despierto, me despierta.
Tu durmiendo eres mi Dios, reposando en casa, y yo cuido tu sueño.
Tu mirada es un rayo de luz, cuando me doy cuenta de tu despertar...
Sus manos sobre mí, tienen la ligereza de la paz.
Y, cuando Tu sales, todo está vacío otra vez...
Y vuelvo a esperarte siempre y siempre...
Por el sonido de tu coche;
Por tus pasos;
Por tu voz;
Por tu estado siempre inconstante del humor;
Por tu olor;
Por tu reposo bajo mi vigília;
Por tus ojos;
Por tus manos.
Y soy feliz asi.
Yo soy el que te espera:
_¡Soy tu perro!
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Es más, quienes poseen un animal, tiene un "Ángel" para guardarlos...
Son los Ángeles de cuatro patas...
Hay personas que no les gustan los perros.
Estos, por supuesto, nunca tuvieron en su vida un amigo de cuatro patas o, si tuvieron, nunca miraron dentro de sus ojitos para darse cuenta de quién estaba allí.
Un perro es un ángel que viene al mundo a enseñarnos el amor.
¿Quién más puede dar amor incondicional?
Amistad, sin pedir nada a cambio;
Cariño, sin esperar regreso;
Protección, sin ganar nada;
¿Fidelidad, 24 horas al día?
Ohhh, nada de nada de que los padres hacen eso. Los padres son humanos y, cuando riñen a sus hijos, tienden a enojarse y afastarse...
Sin embargo un perro no se va lejos!
Incluso cuando les reprendemos vuelve con la cabecita baja, a pedir disculpas por algo que a lo mejor no ha hecho... Y lamen nuestras manos para pedir perdón.
Algunos ángeles no tienen alas,
tienen cuatro patas,
un cuerpo peludo,
nariz de bola,
orejas atentas,
mirada de angustia y necesidad.
A pesar de este aspecto, son como Ángeles como muchos otros
(como aquellos con alas) y se dedican a sus amos humanos tanto como cualquier Ángel suele dedicar.
A veces un ser humano lleva el disfraz de Ángel y sale a las calles para salvar algunos Ángeles abandonados tirados a la suerte. Curan sus heridas, les dan de comer y a veces los acojen en su vivienda. Sólo para tener la sensación de haber ayudado a un ángel...
Dios, cuando nos hizo humanos, ya sabía que necesitaríamos de guardianes materiales que nos quitase del cuerpo las aflicciones de los sentidos y que nos permitiría sobrevivir cada día con casi nada, más allá de la mirada y la lamida de un perro. —
Autor: DESCONOCIDO
donde vivo, algunas bestias tienen la costumbre de traer perros y abandonarlos sarnosos, esqueléticos,muertos de hambre..somos 6 vecinos que les damos de comer,curamos, algunos son adoptados y otros se quedan por el barrio de guardianes. Ahora tengo uno viviendo en mi portón, no lo puedo meter adentro porque tengo 3 perros muy territoriales, cuando apareció era gris de sarnoso, se lo medicó, y ahora es marrón lleno de pelos que antes llamaba ratita y ahora se llama "lobito" tiene su cuchita que usa cuando llueve pero duerme al aire libre. Nosotros nos asombramos porque apenas el auto da vuelta la esquina ya nos reconoce, nadie se arrima a mi portón sin que el los intimide..sumamente guardián y agradecido.Este poema lo describe perfectamente junto a los perros que tengo en mi casa a los cuales amamos. Gracias
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